religión

Carta para mi perro que se fue al cielo

60578-OA83JL-623.png

 

Llegaste a mi vida cuando yo era niña, fuiste mi primer perro y en mi niñez fuiste mi compañero de juegos, eras un French poodle friolento, enojón con extraños, pero amoroso y pegajoso conmigo, dormías hasta que yo llegara a casa, jugabas con cualquier perro que se acercara a pesar de que pesabas menos de 5 kilos se que tú querías ser amigable pero me llenaba de terror que alguien te atacara.  No podía estar lejos de ti por mucho tiempo ni siquiera en vacaciones, eras el perro más feliz del mundo al estar en casa con tu familia.

Te amé como no tienes idea, tuvimos la mejor vida juntos, tu tenias 8 años cuando un día saliste corriendo de casa y tuviste el accidente con ese perro bravo que te echaron encima por diversión, me arrepiento tanto de no haber visto que estabas cerca de la puerta, quedaste paralítico en segundos, moriste en mis brazos y lo único que puedo hacer ahora es recordar lo feliz que fuimos juntos, honrar tu vida con esta carta que llegará al cielo de los perros, en donde se que estás corriendo feliz sin sufrir.

Se que cuando diste tu último aliento, Dios se llevó tu alma inocente al cielo, estás acompañando a mis abuelos y esperando volver a reunirte con nosotros.

Gracias Snoopy por enseñarme a amar incondicionalmente a los animales y a darme alas para crear un mundo pet friendly en compañía de Vicky a quien amo con todas mis fuerzas y que igualmente es un ser mágico y sorprendentemente fiel.

Eres la bendición más grande que pude tener en mi niñez, estaré agradecida contigo de por vida, siempre feliz de haberte conocido, nos vemos en el cielo Snoopy.

Daniela Gómez.